Medioa: GARA
Kritikaria: Mikel CHAMIZO
Una buena interpretación de «Babi Yar» tiene que transmitir, ante todo, desasosiego. Movimientos como «Miedos» o «Babi Yar» lo consiguen por méritos propios de la música, de una desolación extrema. Pero ese sentimiento debe aflorar también tras las veleidades sarcásticas de movimientos como «La carrera» o «Humor». Víctor Pablo Pérez lo consigue, con una dirección adusta y sin concesiones a los hedonismos de la propia música. No trató de explicarnos lo buena que es la música de Shostakovich ni hacer gala de sus cualidades como director. Sencillamente quiso contarnos cinco historias terri- bles, y así lo hizo, al frente de una OSE que dio muy bien de sí. El bajo Kotchinian sustituyó a un enfermo Sergei Aleksashkin, voz de esta sinfonía desde su grabación con Barshai. Kotchinian, aunque algo falto de matices, expresó el texto con convicción, al igual que los hombres de ambos coros, excelentes.