Medioa: Granadahoy.com
Kritikaria: Eladio Mateos
Éxito rotundo de la Filarmónica de Gran Canaria en su primera visita al Festival granadino
La Orquesta Filarmónica de Gran Canaria se mostró anoche como una formación ajustadísima y compacta, dotada de una extraordinaria nitidez sonora y capaz de traer de las obras más difíciles toda su complejidad musical. Sin duda un gran trabajo el de su director, Pedro Halffter, que ha dotado a la orquesta de una espléndida sonoridad, que anoche cosechó grandes aplausos en el Carlos V.
Comenzó el concierto con ‘Los encantamientos del Viernes Santo’ del Parsifal de Wagner, del que el conjunto canario ofreció una interpretación llena de matices y siguió con uno de los platos fuertes del festín musical que anoche se disfrutó en el Carlos V: una suite de Atlántida, el genial oratorio, ópera o cantata que Manuel de Falla no llegó a terminar. Lo cierto es que flotó una emoción extraña en el ambiente, tal vez porque la orquesta contagiaba su probable impresión por interpretar a Falla en su ciudad, tal vez porque el estado de ánimo del auditorio había quedado ya preparado por el fragmento wagneriano anterior. A pesar de tratarse de una versión reducida, la suite de Atlántida sonó con todo su poderoso empaque musical.
Fue una interpretación trascendente y trascendental, que valió a Halffter, la Filarmónica canaria y los cantantes y el coro una cerrada ovación que al terminar la primera parte rubricaba ya el éxito rotundo de los artistas, que tuvieron que salir varias veces a saludar.
Después vino Panambí, de Ginastera, con su delicioso sabor primitivista, su rico lenguaje musical, la viveza de una partitura escrita para la danza, y de nuevo el director y la orquesta conquistaron la atención emocionada del público. La gran altura del concierto hace desear su pronto regreso a las noches del Festival. Anoche la Filarmónica de Gran Canaria sabiamente dirigida por Pedro Halffter nos llevó en busca del Santo Grial, nos mostró los mares y picos de Atlántida y nos subió a la montaña mágica de los indígenas americanos. ¿Se le puede pedir más a un concierto?