Medioa: DEIA
Kritikaria: J.A.Z.
Valiosa versión de la ópera Carmen de Bizet, programada por la Quincena Musical en el Kursaal, con acertada conexión entre la interpretación musical, dirigida por el joven Pablo González y protagonizada por Nancy Fabiola Herrera, y la acción teatral, con mando escénico de Nicolas Joel y vigorosa escenografía de Ezio Frigerio. Todo ello resulta indicativo del género y convincente, sin internarse en el estilo folklórico al que tantas veces se suele someter esta ópera. Es curioso que la iluminación, obra de Vinicio Cheli, se mantenga en semioscuridad en los tres primeros actos y con brillo de luz en el cuarto. Puede que sea esta la explicación: además de la natural claridad en la tarde de toros (cuarto acto), sin duda, se trata aquí de una expresión simbólica, puesto que el tema del amor en los tres actos anteriores es poco firme mientras que el último, con la trágica acción, lo cubre la seguridad con que se producirá la trágica solución del drama.
Ha de destacarse la buena versión musical de Pablo González, con tan clara como valiosa y coloreada interpretación de la Sinfónica de Euskadi, tanto en la obertura y los preludios como en su relación con solistas y coros. Entre estos últimos merece destacar la potente y expresiva emisión de la Coral Andra Mari, preparada por José Manuel Tife, así como la labor de la Escolanía Easo, bajo Gorka Miranda, consistente coro de buen número de niños que sumaban a su movimiento teatral suelto y perfecto una clara seguridad cantante.
Sin duda, el papel de Carmen realizado por Nancy Fabiola Herrera fue la labor más espléndida de esta ópera. Ya desde su habanera del primer acto, la célebre mezzo venezolana mostró un arte muy en consonancia con la música bizetiana, con versión de excelente fraseo en las diversas fases del drama, dominando todas las alturas y logrando convencer al oyente, por más que en una inicial ocasión el director tuviera que mantener un distinto tempo en la primera versión entre ella y el coro Andra Mari. Otra figura excelente fue la “Micaela” de la soprano Ainhoa Garmendia. La soprano vasca se destacó ya primeramente en el dúo con “Don José” y logró una gran ovación en el Je dis que rien ne m’epouvante del tercer acto.
Sobre los dos principales personajes masculinos, puede decirse que el exigente rol de Don José lo interpreta Germán Villar más como tenor spinto que lírico, si bien ofrece interpretaciones de diversa calidad: puede señalarse entre las mejores su canción de la flor. Aunque figure como barítono, Angel Odena emite con más seguridad las zonas agudas del “Escamillo” y su afinación en las partes graves resulta poco segura.
El resto de los personajes colaboró con valía. Así, Itxaro Mentxaka y Rocío Martínez interpretaron con gracia y vigor el nada fácil dúo de las cartas del tercer acto, antes del solo de Carmen, así como en el Acto II habían participado en un magnífico quinteto, junto con Esteve, Jon Plazaola y Nancy Fabiola Herrera.