12 de agosto, 2009

Grandiosidad

Medio: EL CORREO

Crítico/a: NINO DENTICI

Hubo otro motivo importante para que la interpretación de la magna obra de Haydn ‘La Creación’ en el Kursaal donostiarra fuera considerada grandiosa. Si el primero atañe ineludiblemente a la calidad musical de la obra misma, a su variedad temática, a su gran inspiración, el otro punto o el añadido lo proporcionó la Coral Andra Mari, que evidenció en sus intervenciones una compenetración y una fuerza equiparables a cualquier coro de mayor renombre.
Con la batuta nerviosa y exigente del maestro Andrés Orozco al frente de la Orquesta Sinfónica de Euskadi, la Coral Andra Mari fue exhibiendo su bien aprendida labor, cantando sus diferentes números con gran expresividad y muy grato colorido vocal. La composición del texto en lengua alemana limitó seguramente la contratación de los solistas, pero ni la poética intrínseca del Génesis del Antiguo Testamento, ni los poemas de John Milton y las partes basadas en su ‘Paraiso perdido’ desmerecieron en las voces de los solistas.
Pero entre estos, es justo que destaquemos a la soprano Marta Matheu, que cantó enseñando una voz de limpio timbre y fácil emisión. Ella, en unión de la excelente orquesta y de un joven director de claro y eficaz gestom ofreció una excelente versión de la grandiosidad que encierra la obra de Joseph Haydn.